Samsung HW-Q70R, probamos la barra que proyecta sonido en 3D
Samsung lanzó en 2019 nuevas barras de sonido y esta HW-Q70R es la segunda más alta de gama. Es una barra relativamente grande (mide 110 centímetros de ancho) y viene con cajón de graves aparte (que pesa casi 10 kg). Su precio sube hasta 700 euros, solo por debajo de los 1.200 euros de la Q90R que incluye más canales y dos altavoces traseros “físicos”. Hemos probado esta Samsung HW-Q70R y nos ha sorprendido su capacidad para sonorizar un salón mediano o grande. Además es capaz de explotar los formatos de sonido 3D más nuevos, Dolby Atmos o DTS:X. Ésa, y su evolución en sonido gracias a los técnicos de Harman Kardon, es su mayor novedad y atractivo.
Sonido con 3.1.2 canales
Cuando se habla de “canales” en sistemas de cine en casa se sigue una nomenclatura que empezó con Dolby Digital hace 20 años. La primera cifra indica los canales “normales”: un estéreo sería “2” por ejemplo (derecha e izquierda). Un sistema clásico de cine en casa son “5” canales: además de esos dos, un central y dos traseros de efectos.
La siguiente cifra, tras un punto, indica si hay canal de graves: un estéreo con un subwoofer sería “2.1”, un cine en casa tradicional “5.1”. Cuando llegaron los sistemas de sonido 3D, se añadió otra cifra: los canales de altura. Un sistema Dolby Atmos avanzado puede tener 7.2.4 canales nada menos (sí, 11 altavoces más dos subwoofer). La barra de Samsung que probamos es “3.1.2” y esto significa que tiene tres canales frontales, un subwoofer y dos canales en altura.
Los tres canales frontales son tres altavoces que están situados en el frontal de la barra: dos laterales (derecho e izquierdo) y uno central, para diálogos. Los dos canales de altura, que darán el sonido más 3D, trabajan por reflexión en el techo. Son dos altavoces situados en la parte superior de la barra con guías de ondas para dirigir el sonido (56 aberturas a 18 grados exactamente). Así, con techos de altura normal (en torno a 2’5 metros) el sonido se reflejará y nos llegará desde arriba, dando el efecto 3D buscado.
Cajón de graves incluido
Al traer incluido un subwoofer o cajón de graves, esta barra Samsung tiene varias ventajas. La primera es que la barra en sí puede olvidarse de las frecuencias más bajas: se dirigen al cajón. Eso permite usar altavoces más compactos, y rápidos, mejores para que los medios (voces) y agudos (detalle) se reproduzcan sin compromisos. Como decíamos, la barra mide 110 centímetros de largo, pero solamente 6 de alto y 10 centímetros de profundidad. En total la barra lleva siete altavoces: los tres frontales y dos superiores, más dos más delante para mejorar los diálogos.
El cajón de graves tiene trabajo pues con los graves de todos los demás canales, más los que le llegarán del canal dedicado. Para eso es un cajón bastante grande: 40 centímetros de alto por otros 40 de profundo, y 20 centímetros de ancho. Esconde un altavoz de 8 pulgadas, capaz de dar muy buenos graves con la amplificación que lleva dentro. El guardapolvo lateral que cubre este altavoz es más grande (casi 12 pulgadas) y deja pensar en un altavoz todavía mayor… buena jugada de diseño.
Como el oído no detecta la dirección de las frecuencias tan bajas, los cajones de graves tienen libertad de colocación. Podemos ponerlo cerca de paredes o esquinas y se reforzará su sonido (más graves). En algunas salas eso es muy bienvenido, en otra es lo contrario porque se excitan resonancias y el sonido es demasiado pesado en graves (y oscuro). Aquí la gran ventaja es que no hace falta un cable entre barra y cajón: se conectan de forma inalámbrica y, durante nuestra prueba, siempre rápida y perfectamente.
Conectividad fácil
Para los aficionados más dedicados, un sistema de cine en casa pasa necesariamente por un sistema de altavoces con un receptor. La simple vista de la parte trasera de un receptor AV, repleto de conexiones, deleita a ese aficionado pero es la pesadilla de los demás. No solo por la complejidad aparente, sino porque para sistemas casi siempre muy sencillos, da la sensación de pagar por algo que no usaremos nunca. Con barras como esta Samsung ocurre casi al contrario: tienen tan pocas conexiones que sin querer piensas si tendrás suficiente. La respuesta es “sí”.
Para empezar, esta barra (como todas) está pensada para ser usada junto con un televisor. El propio televisor tendrá muchas opciones de conectividad: a él irán las fuentes que tengamos. Y desde el televisor podremos enviar el sonido a la barra de dos formas. Una, con la salida digital óptica (la barra tiene una entrada de ese tipo). La otra, con la conexión HDMI “ARC” (Audio Return Channel) pues la barra tiene una salida HDMI dedicada para eso. Y, casi, estamos.
“Casi” porque aunque esta salida es eARC (enhanced-ARC el nuevo estándar compatible con Dolby Atmos entre otros), solo los televisores más nuevos son eARC y no solamente ARC. Por eso tenemos otra conexión. La barra tiene una entrada HDMI para conectar ahí el BluRay (u otra fuente capaz de enviar los formatos más avanzados de sonido). Recordemos que esta barra ofrece sonido 3D: para disfrutarlo de forma nativa, es decir con películas en Dolby Atmos o DTS:X, hay que usar esta conexión. Si conectamos esa fuente a un televisor sin eARC y de ahí a la barra, como decíamos nos perderemos esa parte del sonido (se transmitirían Dolby Digital, DTS o PCM normales, no 3D).
Sin cables
Hasta aquí, las posibilidades (o necesidades) de conexión con cables. Pero la Samsung HW-Q70R tiene muchas posibilidades de conexión inalámbricas. Primero la que más nos sorprendió: podríamos no necesitar ningún cable entre televisor y barra. Si nuestro televisor es un Samsung con conexión en red posterior a 2013, se podrá entablar una conexión usando la red WiFi doméstica entre ambos. Lo comprobamos con una 55 pulgadas de hace varias generaciones y, efectivamente, entre las opciones de sonido aparecía la barra H70Q cuando ambos estaban conectados a la red. Excelente, aunque preferimos el cable: somos vieja escuela, y es más inmediato al conectar todo. Además el manual advierte de posibles pérdidas de sonido momentáneas (la Wifi no es muy sólida) y no queda claro en qué formato se transmite el sonido.
Bueno, que la barra tenga Wifi (y por cierto no puerto Ethernet) ya nos dice qué más ofrece. Por ese canal podremos tanto enviarle música desde otros dispositivos, como usarla para recibir directamente música. La aplicación propia de Samsung “SmartThings” nos permitirá usar servicios como Tidal o Spotify, o TuneIn radio, y acceder a miles de emisoras o millones de canciones. La conexión a la red de casa abre muchas puertas a la música para la barra, que será mucho más que “algo para ver películas”. Se convierte fácilmente en el equipo de música principal del salón, y como veremos es muy capaz de tomar ese protagonismo.
Además también cuenta con Bluetooth, de forma que será sencillo conectarse a ella desde el móvil para enviarle música. Teniendo WiFi, siempre preferimos esa opción, pero Bluetooth puede ser útil puntualmente, con invitados por ejemplo.
Instalación y conexión
Ya hemos ido contando algunas partes de lo que es necesario para instalar esta barra de sonido Samsung. Lógicamente necesita su espacio: ese metro largo de ancho la predispone para pantallas de 50 pulgadas para arriba… El embalaje es algo engorroso porque es una caja que recoge la forma de barra y cajón de graves, pero en una pieza. Es un poco lío el unboxing porque, tamaño aparte, no queda claro por dónde se saca cada parte. Al final acabamos con el cartón abierto y los elementos fuera (pero costó). No hay mucho secreto: la barra, unos pies o soportes de pared según la instalemos, el cajón y el mando a distancia, más alimentadores. Bueno y un (bienvenido) manual bastante completo y en varios idiomas incluido el español.
La usamos en dos salas diferentes, siempre puesta en un mueble con el televisor. Por eso montamos los pies que la elevan un poco más, lo que viene mejor también porque se calienta algo por debajo. En caso de tener el televisor montado en la pared, ésa sería la mejor opción y vienen anclajes robustos para ello. La conexión entre barra y subwoofer tarda pocos segundos desde que se conectan ambos, excelente. Un LED en el cajón nos indica que tuvo éxito. A través de la aplicación SmartThings nombrada y un móvil, llegaremos a la Wifi y todo transcurre rápido y bien. La App activa el Bluetooth y por ahí se comunica con la barra para configurarla sin que necesitemos intervenir apenas. También se actualizó de esa forma, de nuevo sin más que esperar unos minutos.
Mando a distancia
El mando incluido es sencillo y claro, y particularmente nos gustó. No somos amigos de necesitar permanentemente un móvil a mano (con la App en marcha) para controlar estos dispositivos. Con un mando infrarrojo de toda la vida, subir o bajar volumen, pasar canción, silenciarlo, etcétera, es instantáneo. Este mando lleva además dos controles de volumen: el normal y uno para el cajón de graves. Es más limitado (de -6 a +6 dB) pero ideal para ajustes momentáneos (música con excesivo grave por ejemplo) o poder dar más “emoción” a una película. La barra tiene a su izquierda una pantalla de buen tamaño donde nos muestra toda la información de fuente, volumen, etcétera.
Modos de sonido
El mando tiene más botones, para navegar o elegir fuentes, pero uno interesante es el de “Sound Mode“. La barra es sencilla pero potente y versátil, y sin complicarnos la vida, da sus opciones. Es decir no tenemos decenas de modos de sonido (que jamás usaremos) sino cuatro muy útiles. “Standard” nos ofrece el sonido que recibe, sin más procesamiento que el propio de la barra y subwoofer. “Surround” expande el sonido recibido en las tres dimensiones de una forma realista y agradable incluso con música (raro).
El modo “Game Pro” está dedicado a los jugones y se activa automáticamente si el televisor Samsung usa ese modo; si lo hacemos a mano, es más espectacular, pero solo útil jugando diríamos. Por último “Adaptative Sound” hace precisamente eso: cambia de forma más sutil la forma en que presenta el sonido en función de si hay diálogos, música, acción… Puede ser el elegido salvo en ocasiones puntuales.
Otro botón interesante es el “Sound control” o ajustes. Permite (vía pantallita) jugar con graves, agudos, nivel relativo del canal central, laterales, o superiores. Son ajustes que vienen bien cuando instalamos la barra y, tras un tiempo, sabiendo qué da de sí, vemos cómo optimizar el sonido.
Sonido
Desde que Samsung se hizo con Harman Kardon, se nota que los técnicos de ese grupo (gran especialista en sonido de hasta muy alto nivel) están colaborando con los coreanos. No nos esperábamos un sonido tan refinado y tan bien ajustado de esta barra, la verdad.
Nuestras pruebas como decíamos tuvieron lugar en dos salas diferentes. La que solemos usar para cine, como no tiene televisor (sí pantalla y proyector), fue donde probamos más música, usando un televisor temporalmente para manejar y conectar la barra. Y en el sótano donde tenemos mejor acondicionamiento acústico, como sí hay televisor grande, fue donde probamos viendo series y películas.
Lo cierto es que tanto en uno como en otro caso, la barra superó las pruebas con nota muy alta. Para ver televisión, es decir sobre todo escuchar voces de presentadores en noticiarios y demás, la barra adapta muy bien su respuesta en frecuencias medias y es cierto que añade claridad. Es fácil pasar del sonido del televisor a la barra y apreciar la diferencia, a mejor. Con series y películas, lo mismo pero todavía más notable, por la intervención del cajón de graves. Conviene ajustarlo con criterio, sin exceso: lo ideal es que apenas se note, pero que lo echemos de menos si lo desactivamos. Pulsando su botón de volumen en el mando se queda casi mudo.
Música y cine
El otro efecto muy llamativo, y positivo, en el del modo de sonido “Surround”. Da igual si es una película antigua o con sonido normal, este modo expande la escena sonora y no añade demasiada reverberación. Muy bueno, y usable prácticamente con cualquier banda sonora, ya sea de acción, suspense… De hecho, a las películas de miedo les añadía un efecto envolvente a veces sobrecogedor. Entre eso y los golpes del subwoofer… muy conseguido, y estamos acostumbrados a sistemas dedicados.
Pero aunque una barra de sonido se usará mayoritariamente para sonorizar contenidos de televisión, la prueba de fuego está en la música. Además, en este precio, esta barra debe ser capaz de convertirse en el único equipo de sonido que tengamos en el salón… y lo es. Con música moderna, pop y rock, es lógico que la barra esté a buena altura, sobre todo con ese cajón de graves (cuyo ajuste insistimos es importante). Temas que habitualmente usamos probando equipos estéreo de alto nivel de Dire Straits, Supertramp, Metallica… pasaron con muy buena nota por esta barra Samsung “by Harman Kardon”.
Pero también sonaron muy bien temas clásicos, barroco, ópera… Vengamos más cerca: Rosalía, dentro de su variedad musical, es una voz cada día más reconocible y la Samsung nos la ofrecía como en directo, aprovechando la buena producción de sus temas (buenos graves). Y sí, aquí también el efecto Surround daba más realismo a la música que nos podía transportar mentalmente a un escenario o un concierto. Una barra que podemos recomendar totalmente.
Samsung HW-Q70R
Tipo | Barra de sonido con subwoofer incluido | |
Altavoces Barra | 7 (tres frontales, dos de efectos superiores con rebote en techo) | |
Altavoz subwoofer | Un driver de 8 pulgadas | |
Potencia total | 330 W | |
Canales totales | 3.1.2 | |
Formatos cine | Dolby Atmos, Dolby DD+, DTS-X, UHD 32bit | |
Formatos audio | AAC, MP3, OGG, AIFF, FLAC, ALAC, WAV | |
Conectividad sin cables | WiFi, Bluetooth | |
Conexiones | HDMI (eARC), digital óptica | |
Compatible Alexa | sí (“works with”) | |
Dimensiones barra | 1100 x 59 x 100 milímetros (3,6 kg) | |
Dimensiones subwoofer | 403 x 403 x 205 milímetros (9,8 kg) | |
Consumo | 0’45 W (stby), 3,5 W (red On), 33 W (barra On), 28 W (subwoofer On) | |
Fecha de lanzamiento | Disponible | |
Precio | 700 euros |
Josep Armengol https://www.tuexperto.com
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